En algún lugar de la China imperial, cinco jóvenes se divierten, corretean y saltan como pequeños caballos relinchantes de felicidad. Esta pequeña, pero veloz pieza, utiliza la técnica clásica más tradicional y la pone al servicio de una coreografía joven y fresca, como sus protagonistas.
Este centro de formación artística dependiente del Ayuntamiento de El Sauzal etá centrado en la enseñanza de la técnica clásica.